TRABAJO EMOCIONAL

Por: Diego A. Sosa
Hamburgo, Alemania

La Inteligencia Emocional (IE) es la responsable de que seamos menos o más exitosos en nuestra vida profesional. No es tanto la inteligencia cognitiva que juega el papel primordial en este sentido.

La IE no es más que la capacidad de conocer los sentimientos y dominarlos. Tanto los nuestros como los de los demás. Por eso se divide en dos partes, la Intrapersonal y la Interpersonal. O sea, cómo nos conocemos y accionamos sobre nuestros sentimientos, y cómo lo hacemos con los sentimientos de las otras personas.

Como podemos ver, necesitamos manejar nuestras emociones para convivir con los demás y con nosotros mismos. Hoy en día, lo importante en una empresa, es cómo las personas se llevan entre sí y cómo los líderes pueden lograr un equipo productivo. Vemos que la posición del líder tiene que estar impregnada al máximo de inteligencia interpersonal, mas que de conocimientos cognitivos; de lo contrario tendrá un grupo de personas y no un verdadero equipo de trabajo luchando por el objetivo común.
Para mejorar nuestra inteligencia interpersonal, podemos trabajar en nuestra conciencia emocional, significa esto, trabajar con el torrente de emociones que deambulan por nuestro ser, tanto las que se crean en nuestro cerebro, así como en las otras terminales nerviosas, llámese el corazón o la del intestino. Tenemos que reconocer estas emociones y canalizarlas, ellas afectan lo que hacemos y a las personas con que tratamos.

Necesitamos evaluarnos para conocer nuestros recursos internos, pero tiene que ser sincero y aceptar observaciones externas. No es sólo cómo nosotros creemos que somos, es cómo los otros perciben que somos. Recordemos que la inteligencia emocional depende mucho de cómo somos con los demás, así que necesitamos escuchar su opinión.

Una vez sabemos quienes somos y estamos conciente de ello, podemos mejorar la confianza en nosotros mismos. Antes de trabajar en esto no podemos tener un desempeño superior, no podremos ser reales líderes.

Necesitamos trabajar el dominio sobre nuestras emociones, quiero decir, el control sobre cómo accionamos con relación a ellas. No podremos dominar las emociones, ellas se producen y nosotros sólo podemos controlar nuestro accionar después de recibir el sentimiento. Podremos evitar reaccionar, que es lo que realmente puede ser nocivo.

También tenemos que mantener las normas de honestidad e integridad… no importa que estemos en contra de algunas de ellas, tenemos responsabilidades que cumplir, así como derechos que nos amparan. Por otro lado, necesitamos confiabilidad, tanto de nosotros mismos, así como de los demás.

Los cambios nos hacen pasar malos ratos, esto si no estamos preparados para trabajarlos y para hacer que trabajen para nosotros. Necesitamos ser adaptables e innovadores si queremos lograr lo máximo con nuestra inteligencia emocional.

Por último, con relación a nuestra inteligencia intrapersonal, necesitamos incrementar nuestra motivación. Esta es totalmente interna, es la única motivación duradera. Necesitamos muchas veces estímulos externos, que pueden mantener nuestra motivación en buen camino, pero depende de nuestra convicción interna el conseguir una buena automotivación.",

Si queremos triunfar, estamos en el camino, pero además requerimos de alinear nuestros objetivos con los de los demás, así que es necesario lograr compromisos, y para esto precisamos de la actitud correcta y ella dependerá en gran medida de nuestra inteligencia emocional.

Y para conseguir la mejor motivación, necesitaremos ser optimistas, siempre pensar que si analizamos algo y creemos que es posible, lo haremos posible. No confundamos esto con sueños, no todo es posible, así que dependerá de su planificación y análisis el lograrlo. Lo que sí le digo, es que si otros lograron algo, entonces es posible.

Se me acabó el espacio para esta semana, así que tendré que desarrollar la parte de la inteligencia que se refiere a la relación con otras personas en la próxima semana. Hasta la siguiente entrega.

© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales a nivel Internacional. CEO Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.

FRASE DE LA SEMANA:

“La ventaja de ser inteligente es que así resulta más fácil pasar por tonto. Lo contrario es mucho más difícil”. Kurt Tucholsky

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Miguel vs Hood Robin

Por Hector Brea G.

Bueno compatriotas, como se vaticinaba el ingeniero Miguel Vargas Maldonado ganó aplastantemente la convención del Partido Revolucionario Dominicano y será el candidato a la presidencia por ese partido. Lo que vendrá será una guerra de papeletas porque de ganar la convención del Partido de la Liberación Dominicana, el actual presidente de la república, Dr. Leonel Fernández, y si gana la convención Reformista, el señor Amable Aristy Castro, va a haber mucho circulante porque esta campaña va a ser a papeletazos limpios. La oposición, encabezada por el PRD en su afan de recuperarla el poder ejecutivo va a trabajar arduamente y a nivel nacional los dirigentes perredeistas van a buscar la forma de lograr votos y tienen muchas cosas a favor: Miguel tiene mucho dinero, muchos grupos de poder económico están disgustados con el actual gobierno y el pueblo ya está cansado de pagar impuestos que se van para un metro y pasar hambre.

Miguel Vargas se va a enfretar al partido de los Hood Robin, es decir al PLD y les digo Hood Robin porque el gobierno exprime a la clase baja y a la clase media para beneficiar a la clase alta y i escuchamos la denuncia de Sergia Elena de Seliman de que los senadores del PLD ganan además de sus salarios la módica suma de medio millón de pesos, no nos preguntemos por qué los hospitales no tienen medicinas ni las escuelas butacas. Si es Danilo Medina quien va como candidato, iría muy forzado porque no tiene tanto dinero ni va a contar con los recursos del estado para ayudarse. Pese a que siempre los gobiernos niegan usar los recursos del estado para hacer campaña, el pueblo sabe que todos los usan.

Mucho dinero va a circular y la economía se va a dinamizar. Lógicamente ese dinero que se invierte en campaña lo pierden solamente los derrotados.