domingo, agosto 14, 2011

Inteligencia Cultural: ¿Que tanto los conoces culturalmente?

Por: Mariano Abreu

Las habilidades emocionales son en gran medida las que hacen que tengamos éxito en los ambientes sociales, laborales y de negocios, al punto que una investigación realizada a nivel mundial por The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, arrojó un resultado sorprendente y vinculado a nuestro Cociente de Éxito: el mismo se debe un 23% a nuestras capacidades intelectuales, y un 77% a nuestras aptitudes emocionales.

Este hecho resulta sorprendente y en muchas ocasiones obviado por individuos que el contacto con las personas: clientes, amigos, familiares, es el día a día de sus interacciones, esto nos lleva a reflexionar en unos de los puntos que en ocasiones fallamos: La Inteligencia Cultural, definida por algunos de los estudiosos del tema como: la capacidad para relacionarnos efectivamente con personas de otras culturas. Quiero destacar que cuando hablamos de cultura no nos referimos solo a nacionalidades, pues tal como señala Damián Goldvarg: ¨la cultura está compuesta por los valores, actitudes, creencias y comportamientos compartidos por un grupo de personas, cuando hablamos de cultura también nos referimos a culturas organizacionales, profesionales y a otras que nos identifican con los grupos a los que pertenecemos¨.

Trabajar con nuestras relaciones desde el punto de vista de la inteligencia cultural nos permite mayor nivel de empatía, flexibilidad y asertividad, desde el momento que entendemos las creencias, hábitos y tabúes de culturas regionales, provinciales o extranjeras, lo cual nos permitirá un manejo más adecuado en nuestras relaciones interpersonales y un mejor desempeño en nuestros ambientes profesionales, según lo establece el profesor Christopher Earley, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Singapur y profesor invitado de Comportamiento Organizacional en la Escuela de Negocios de Londres en su libro Developing cultural intelligence at work.

Cuando tenemos la delicadeza de interesarnos en los diferentes componentes de la culturas de personas que de alguna manera están interrelacionados con nosotros estamos accediendo a la oportunidad de cerrar brechas intelectuales y culturales desde el punto de vista del trato humano, y amplío el tema estableciendo bien claro que no solo me refiero a culturas de otras nacionalidades, también a otro tipo de rasgos culturales impregnados en profesiones y segmentos sociales, donde se puede notar características propias de profesiones tales como auditores, contadores, arquitectos, ingenieros, en segmentaciones sociales como los gays, machistas, feministas, etc.

Las diferentes expresiones culturales son apreciadas y transmitidas de diferentes formas y maneras. Estas culturas tienen diferente expresiones con la transmisión de su imagen pública.

Usted puede notar en el timbre de voz y la entonación características típicas de ciertas regiones y culturas, puede verlo en su forma de vestir, sus tradiciones, los símbolos usados en prendas y accesorios, el tipo de lecturas y música que leen y escuchan.

Todo esto hace que sin darnos cuenta nuestro cerebro social nos incline a relacionarnos con personas de nuestra misma cultura porque de alguna forma comparten nuestros códigos y hacemos mayor empatía con ellos, menospreciando de una forma no consciente a los que no lo tienen. Nos cuesta entenderlos, pues hasta su lenguaje corporal es diferente al nuestro, sus manifestaciones de afectos, su forma de pensar, sus sistemas de organización, etc.

Precisamente es aquí donde la Inteligencia Cultural nos permite tener una mayor visión, flexibilidad y capacidad para adaptarnos, comprender y lidiar con esos retos y desafíos que nos deparan las relaciones sociales y profesionales permitiendo coordinar acciones con personas de culturas diferentes para alcanzar fines en común.

Usted puede desarrollar su inteligencia cultural de varias maneras, le presentaré algunos consejos que puede seguir para iniciarse en esta maravillosa herramienta de socialización:

• Reconocer nuestros valores, creencias y actitudes y aceptar que
aunque son los nuestros no son los únicos válidos.
• Ser empático y tener la capacidad de ponernos en los zapatos del
otro, esto nos permite ser sensibles a las necesidades de otras
personas.
• Sea humilde, curioso, flexible, desarrolle su capacidad de estar
pendiente a las sutilezas de las diferencias culturales.
• Abra su corazón y su mente a nuevos aprendizajes culturales
(convenientes)
• Desarrollar amistades con personas de otras culturas.
• Conozca las diferentes culturas dentro de su propio país, en sus
propias regiones.
• Viajar internacionalmente y conocer gente de otros países.
• Vea películas o lea libros que lo instruyan sobre cómo viven y
piensan personas diferentes a usted, son maneras de desarrollar
nuestra inteligencia cultural.

Finalmente recuerde que la inteligencia cultural es parte de sus aptitudes emocionales y ellas son demasiado importantes como para no entrenarlas pues representan el 77% del éxito de las personas según el estudio con el que inicie este articulo, entonces ¿Qué hace usted que no ha iniciado su entrenamiento?

Inteligencia Social, hacia donde estas dirigiendo tus emociones?

Por: Mariano Abreu
El buen manejo de nuestras emociones en muchas ocasiones hace que desarrollemos relaciones importantes y que además establezcamos vínculos importantes que a veces, sin darnos cuenta, los construimos desde nuestra primera cita, impresión o interacción.

Existe lo que estudiosos de la neurociencia social han denominado como el “Cerebro Social” que no es más que una suma de los mecanismos nerviosos que instrumentan nuestras interacciones, además de nuestros pensamientos y sentimientos sobre las personas y nuestras relaciones. Tal vez lo más novedoso y revelador de esto es que este “cerebro social” representa el único sistema biológico en nuestro cuerpo que continuamente nos sintoniza con las personas con las que estamos y que a su vez nos deja influir por el estado interno de esas personas.

Lo importante de todo esto, es saber, que el modo en que interactuamos con los demás, transmitimos emociones (positivas o negativas) las cuales tienen sobre nosotros y los demás impactos a veces sutiles, pero poderosos, que perduran toda la vida.

Es ahí donde la importancia de nuestras demostraciones emocionales incluso reflejadas por nuestro lenguaje corporal cobra vital importancia, por tanto nuestra denominada “inteligencia social”, o sea “que tan inteligente somos no sobre nuestras relaciones sino en nuestras relaciones”, es primordial en el desempeño de nuestras interacciones sociales.

Sin darnos cuenta nuestros músculos faciales responden a estímulos de comunicaciones no verbales, y en gran medida tienden a imitar, como espejos emocionales, dichas emociones. En ocasiones de manera automática, cuando alguien nos transmite una emoción fuerte, como tristeza, desagrado o alegría, nuestros músculos faciales comienzan a reflejar la expresión facial del otro, incluso cuando esa expresión la vemos en una foto.

Esto quiere decir que en gran medida somos “receptáculos emocionales”, lo cual significa que debemos tener mucho cuidado cuando alguien nos arroja, transmite o manifiesta sus sentimientos tóxicos, tales como ataques de ira o de amenazas, demuestra disgustos o desdén, pues esto activa en nosotros un sistema de circuitos para esas mismas desagradables emocional, y esas emociones suelen contagiarse.

En el caso de nuestros hijos el caso es más complicado pues en gran medida son “esponjas emocionales” y no solo reciben esos sentimientos tóxicos sino que lo asumen dentro de sus conductas habituales presentándolos como respuestas a los estilos de comunicación e interacción infantil o adolecente, en muchos casos las conductas de nuestros hijos son espejos emocionales de alguien muy cercano a ellos, trate de que no sea de usted cuando generen emociones tóxicos, y procure identificar de donde están recibiendo tales sentimientos, para que los neutralices.

¿Cómo nos estamos presentando emocionalmente? ¿Qué tipo de emociones estamos transmitiendo en nuestras interacciones sociales y profesionales? ¿Que emociones estoy recibiendo constantemente: en mi casa, en mi ambiente laboral, en mi entorno de negocios, en mi ambiente social?
Y la GRAN PREGUNTA: ESTOY O NO APLICANDO INTELIGENCIA SOCIAL EN MIS INTERRELACIONES?