martes, enero 29, 2013

La imagen personal Vs. La imagen corporativa

Publicado por: Mariano Abreu
La imagen profesional y personal de los individuos en las organizaciones permean su imagen corporativa tal como asume el agua la forma de su envase.

Tal como usted ha podido ver en muchos casos cercanos y lejanos a su círculo social y profesional, muchas empresas se ven afectada positiva o negativamente por la imagen personal y profesional así como la inteligencia emocional, social y cultural que presenten los individuos que la componen.
Es así que usted pueda ver instituciones donde la actitud de las personas que las conforman hacen que la “empresa” sea catalogada con calificativos que en gran medida corresponden a las personas, por ejemplo usted puede escuchar decir: “Me gusta esa compañía porque son muy atentos o serviciales”, calificativos que implícitamente se refieren a los empleados, esto es así puesto que lo primero que percibimos de la imagen corporativa de una empresa o institución es la primera impresión que nos transmiten los individuos que las componen.

El mensaje que enviamos a nuestros clientes tiene un alto componente de percepción primaria que envían nuestros empleados y/o ejecutivos a través varios aspectos tales como:
  • Vestimenta y acicalamiento personal.
  • Comunicación no verbal: lenguaje corporal, tono de voz, entonación, pausas, etc.
  • Contenido: comunicación efectiva y eficaz
No es casual que los resultados de investigaciones hayan determinado que el impacto de la primera buena impresión lo constituyen el 55% de la imagen fisica, el 38% de su comunicación no verbal y solo el 7% corresponde a la comunicación verbal, eso quiere decir que el 93% de esa comunicación es no verbal, la gran pregunta es ¿Preparamos a nuestros empleados y ejecutivos para enviar una buena primera impresión de primera percepción?

Es en este punto donde el cliente decide si el producto o servicio que ofrece la empresa o institución es confiable o no, y esa decisión se toma en los primeros minutos de interacción con los integrantes de la empresa.
Usted puede invertir millones de pesos en planes de publicidad, mercadeo o relaciones publicas, sin embargo si no entrena a su gente en estos aspectos importante de la vinculación emocional con el cliente, tendrá el siguiente resultado: los clientes irán a su negocios, tal vez compren esa primera vez pero no volverán y lo que es peor no harán buena referencia de su negocio (lo cual es peor al cuadrado, que no dar ninguna).

El peor de los casos es cuando los directivos tienen lo que se el Dr. Mark Goulston llama Disonancia Corporativa en su libro: Solo escucha donde indica: “Los directores ejecutivos que piensan que sus empresas son lugares excelentes para trabajar, a menudo quedan sorprendidos cuando les digo que a su personal le parece que su empresa es sofocante, poco gratificante, hostil o sencillamente terrible” y yo le agrego esta pregunta reflexiva: ¿ Puede una empresa que sus empleados tienen esa opinión dar una buena imagen hacia lo externo? Sé que su respuesta es NO, pues los empleados como boomerang emocionales de alguna forma transmitirán sus frustración laboral a los clientes tal cual volibol emocional, ya sea en sus emociones y actitudes en ocasiones presentada por su comunicación no verbal, donde sin decírselos con palabras se los gritaran con sus hombros caídos, miradas perdidas, tonos de voz bajo sin emociones, y con cierto dejo de: Estoy aquí porque no puedo estar en otro lugar.
Si no lo sabía ya lo sabe: La imagen personal de sus empleados impacta positivamente o negativamente en la imagen corporativa de su empresa.

Recomendación: Invierta más en la formación de la buena imagen personal de sus empleados que es invertir en la imagen corporativa de su empresa.


Mariano Abreu
Consultor de Imagen Pública
Professional Life Coach
809-422-7377  y 809-566-9934 ofic

mabreu@marianoabreu.com
www.marianoabreu.com

 

 

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