domingo, febrero 26, 2006

¿TRINITARIOS O CALIESES?


Estando en el colegio de mis hijos, asistiendo a los actos conmemorativos del día de la independencia, pude darme cuenta de la importancia de dos comportamientos claves para nuestra historia. Uno fue el de Juan Pablo Duarte y otro el de Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Para todos está claro que uno nos llevó a la liberación de nuestra patria del yugo haitiano, mientras el otro fue represor y nos coartó de todas las libertades ciudadanas. Uno nos hace sentir orgullosos y celebramos su natalicio, mientras que el otro nos hace avergonzarnos y además, nos alegramos de su ajusticiamiento.

La unión de personas en la sociedad secreta La Trinitaria, nos demuestra lo que se puede hacer con confianza, y siendo unidos por una causa común. Nos hace entender que la unión hace la fuerza… nos dice de lo que somos capaces de hacer cuando podemos confiar en los demás.
El sistema de Caliés que desarrolló el régimen de Trujillo a su máxima expresión, fue para protegerse de personas como Duarte, personas que podían generar movimientos a base sólo de confianza. Personas que fueran capaces de derrocar su funesto régimen. Personas a las que él le tenía miedo.

El comportamiento de chisme e intriga que nuestra historia reciente nos dejó como legado, ha sido pasado a la más reciente generación, y eso es muy peligroso. Las reuniones más secretas son publicadas en la prensa, hasta antes de realizarse. Los acontecimientos pasan de boca en boca antes de que el matutino logre salir de la imprenta. Las personas buscan informaciones confidenciales para pasarlas a los medios o hasta a los amigos. Es un héroe el que da informaciones de este tipo.

Las empresas fomentan el sistema de caliés… aquel que traiga un chisme será el que goce del favor del benefactor de la compañía. Los que delatan los errores de los demás serán los que encaminen su carrera. Los jefes apoyan a los que les llevan informaciones, y hasta infiltran personas de su confianza en los departamentos para que sean sus ojos y oídos.
En las escuelas y universidades también se lleva los logros aquel que al profesor o al director alimenta con informaciones. Lo importante es congraciarse para conseguir buenas notas, y lo mejor es tener a las autoridades de nuestro lado.

Los hijos son premiados cuando cuentan cosas de los otros… creemos que lo importante es saberlo todo y eso hace que los convirtamos en delatores, total esa es una cultura que será premiada en su vida profesional. Pero no nos damos cuenta que no los estamos preparando para un mundo que estará contra ellos y que sólo con unión y confianza en personas podrán vencerlo.

Tenemos dos ejemplos en nuestra historia, nos enorgullecemos de uno y nos avergonzamos del otro, paradójicamente reprimimos del que nos enorgullecemos, pero fomentamos del que nos avergonzamos.
¿Qué hará usted para cambiar a la colectividad?



© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales a nivel Internacional. CEO y Chairman de Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.
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