lunes, mayo 29, 2006

El Hombre que no cree en ná

Por: Manfred I. Tamayo Cruz
Por muchos años ha venido ocurriendo en nuestra sociedad un proceso de secularización. El relativismo, el hedonismo y la nueva era nos han arropado y han impuesto exitosamente sus modelos carentes de valores. Disfrazan los antivalores como "derecho a elegir", como "libertad". Abusando tanta de ésta hasta convertirla en libertinaje.

Esta sociedad pretende deshacerse de las religiones cristianas, que van en contra de todas las inmoralidades que propone este nuevo estilo de vida, implementando una fórmula de que para acercarse a Dios, no es necesario ninguna religión. Que cada quien tiene un dios dentro de sí y que la fe en uno mismo es capaz de hacer cosas que se pensaban no eran posibles.

El divorcio, la homosexualidad, la delincuencia, la drogadicción, el alcoholismo, los abortos, etc. son tan comunes hoy en día como lo es comer, dormir o cualquier otra actividad cotidiana que realizamos. Hemos llegado a un nivel tal de secularización, desvalorización y falta de amor al prójimo, que no nos importa en lo más mínimo lo que pueda o le esté pasando a nuestros hermanos y hermanas.

Pretenden hacernos creer que no existe el mal, que nosotros mismos le damos esa valorización. Creer en nada, o en disparates como feng-shui, el horóscopo; confiar en cosas tan terrenales como absurdas. Confiarle nuestro futuro a lo que diga una estrella, o algún neo-dios de estos que surgen y se van tan fugazmente. Nuestro ejemplo a seguir ya no son los santos, sino aquellas personas que llevan una vida tan escandalosa como denigrante y conflictiva. Aquel homosexual o lesbiana que nos habla de lo mismo día tras día en la TV. De aquellos que nos dicen que la mujer tiene el derecho a elegir si quiere tener un hijo o no, personas que pretenden legalizar el asesinato al promover el aborto, y disfrazándolo como libertad para hacer lo que a uno le plazca con su vida. Aquellos que promueven la libertad sexual, el sexo desenfrenado, sin amor y sin compromiso. Los medios se hacen eco y se han convertido en los principales promotores de estas prácticas. Ya no se resaltan los valores, la "libertad" nos ha llegado y nos ha sumido en un abismo tan profundo que si miramos el futuro con desesperanza, podríamos pensar que nunca saldremos de tan aberrante y agobiante situación.

La vida no es un objeto que tiramos al zafacón, no es lo que algunas religiones no cristianas nos quieren imponer. Que al morir reencarnamos en otro cuerpo, para así pagar las culpas que cometimos en la vida anterior, pagar los "karmas" de nuestras vidas pasadas. ¡Que idea tan absurda!, pero está tan generalizada como la música. El hombre que no cree en ná, cree en todo, menos en lo que tiene que creer. El hombre que no cree en ná todo lo ve con pesimismo. Persigue insistentemente a aquellas personas que tratan de llevar una vida correcta y viven hostigándola con falsas acusaciones, buscando faltas donde no las hay. Buscando, talvez, cómo justificar su mal accionar en aquellos que se apegan a Dios, a los valores y a la moral. Todo lo bueno se lo encuentran malo y viceversa. En fin, el hombre que no cree en ná, es el nuevo anticristo. El Nerón César moderno persecutor acérrimo del cristianismo.
Mas "todo lo puedo en Cristo que me fortalece", y así como le dijo el Señor a Pedro: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella" Mt 16, 18. Así confiamos en que, aunque vengan tiempos peores y más difíciles, aunque la batalla entre el bien y el mal se agrave, el bien prevalecerá sobre el mal, la verdad sobre la mentira, la luz sobre las tinieblas y aquel que no cree en ná, finalmente creerá y habrá querido creer mucho antes de ser lo que fue.

Gracias Doctor Goméz Bergés

Por Héctor Brea Gil
Cuando se hable de políticos en República Dominicana, uno de los nombres que deben siempre mencionarse es el del doctor Victor Gómez Bergés. Solamente un ignorante de la historia reciente dominicana y de la vida política nacional no le reconocería sus méritos al Doctor Gómez Bergés, intelectual brillante, diplomático, congresita y ministro de gran éxito que vistió de prestigio a la vida pública dominicana. Ahora que anuncia su retiro podemos decir que perdimos a un maestro de la política, una persona que hizo mucho por nuestro país y que pudo y todavía puede hacer más.

Por eso insisto en que debe surgir una nueva generación de políticos, una generación de relevo que en base a las mejores enseñanzas de Joaquín Balguer, José Peña Gómez y Juan Bosch pongan en marcha el proyecto de nación que nuestros hijos merecen y que nuestro sufrido país espera con ansias para salir de su calificación de estado fallido.

Todavia nos quedan maestros de los cuales podemos aprender mucho, entre ellos tenemos a Ramón Alburquerque, Hatuey Decamps, Emanuel Esquea Guerrero, Danilo Medina, José Tomás Perez, Amable Aristy Castro, Rafaela Alburquerque, entre otros. Pero debe nacer la generación del relevo político, debe irse formando la gente en los cuales los antes mencionados dejen las manos del país.

Pongamos en práctica las enseñanzas de Victor Gomez Bergés y ayudemos a este pais a echar para adelante. Ya que le pedimos a la patria más de lo que le damos.

! NO PUEDO CRECER?

Por Ing. Diego Sosa
Desde Ecuador me escribe una de mis lectoras solicitándome varios temas y uno es el del crecimiento profesional. Las técnicas para crecer son muchas, dependiendo del autor y la filosofía del mismo. Para mi es algo sencillo… es cuestión de planificación y preparación sobre los cambios. Pero en realidad sólo suena sencillo; ya que el ser humano no le gusta planificar y se opone tajantemente a los cambios, no importando de donde vengan, ni para donde nos puedan llevar. Entonces la clave está en hacer un plan de carrera, no tiene que ser muy detallado, pero usted debe tener bien claro que tendrá que dar pasos para llegar a donde se propone. Solo entonces usted verá las cosas más claramente. Por ejemplo; si usted piensa llegar tres peldaños más alto de lo que hoy está en su empresa, entonces tendrá que comenzar escalando uno por uno, y para eso tendrá que prepararse. Siempre le recomiendo a las personas que determinen que conocimientos y habilidades tiene que tener la persona que ocupa el peldaño que usted quiere alcanzar. Entonces es hora de comenzar a aprender y a desarrollar esas habilidades. Cuidado con confundir las habilidades necesarias, con las habilidades que tiene la persona que ocupa la posición. Muchas veces el que desarrolla la tarea no es apto, aunque esté en dicho puesto.
Cuando usted se prepara para el próximo puesto, cuando sea el momento adecuado muy posiblemente sea llamado para ocuparlo, y de no ser así, podrá pedir cambio de departamento, o en su defecto estará preparado para hacer su propio camino. Entonces es el momento de estar preparado para enfrentar el gran cambio. El cambio que enfrentará será favorable y usted tendrá que hacerse cargo de él, ya sea que cambié de posición, de departamento, de empresa, o se haga independiente. Recuerde que ponerse viejo en una posición es responsabilidad suya, y de nadie más. Usted es quien tiene que tomar las riendas de su destino, así que haga un plan y miré donde quiere estar en 5 años, así podrá saber si lo logra o no. Si planificó hace 5 años su posición de hoy, y siguió su plan, le apuesto que está más lejos de lo que pensó llegar. Pero si no lo hizo, no importa donde esté, llegó a un lugar no planificado. No se arrepienta de lo que pudo ser, comience hoy con su plan, su preparación y su aprendizaje del cambio. En otro artículo hablaré de cómo hacerse cargo de los cambios, o puede ir leyendo mi libro, “¿Forastero yo?” donde Ramón, un anciano que ha tenido que hacerse cargo de muchos cambios, enseña su filosofía de vida. Puede bajar el primer capítulo gratis o comprarlo en http://www.lulu.com/mercurio . Por último le diré, para cualquier puesto que desee desempeñar en un futuro, si quiere desarrollarlo bien, y ser efectivo en él… tendrá que ser un líder, y para serlo lo primero que necesita es humildad, entre otras cosas que veremos en un próximo escrito. Prepare su carrera de liderazgo, ella siempre le servirá, profesional, o personalmente. Hasta la próxima semana.