sábado, junio 26, 2010

Para resurgir de las cenizas


Entrevista realizada por Karla Hernández Lockward del periodico Listin Diario y publicada el Sabado 26 de Junio en la Sección La Vida del mismo.


Diseño y elaboración de piezas de moda como vehículo hacia el desarrollo. Esto es lo que propone la fundación Arte y Diseño Caribeño, cuyo presidente es el diseñador dominicano Martín Polanco.

Fundada en el año 2000, Arte y Diseño persigue ayudar a aquellas personas que lo necesitan y que se inclinan por las artes, enseñándoles pintura, bordado, alfarería, diseño de moda y otras opciones para insertarlas en el mercado laboral.

“Estudiar diseño en este país es caro y por consiguiente excluyente, nosotros queremos que las personas que les guste pintar o diseñar encuentren un espacio donde puedan desarrollar sus habilidades y vivir de ellas”, expresó entusiasmado el diseñador.

La moda como vehículo
Fénix es el nombre de uno de los proyectos que está desarrollando la fundación en conjunto con la Dirección General de Prisiones.

Este proyecto consiste en la elaboración de artículos de moda, tales como carteras, vestidos y otros accesorios, para ser vendidos en los diferentes establecimientos comerciales.

“Pero no son carteras comunes y corrientes, estas carteras y vestidos, elaboradas con fundas plásticas, fueron hechas a mano por las reclusas de las cárceles de Samaná y Nagua que forman parte del proyecto”, explicó Mariano Abreu, director del proyecto.

Con esto, según explicó Martín Polanco, se persigue que las internas de las cárceles realicen un trabajo digno y renumerado que contribuya a convertirlas en entes productivos de la sociedad.

“Muchas de ellas necesitan dinero para mantener a sus hijos. Con esta labor, ellas tienen la posibilidad de mandarle dinero a sus familiares a la vez que se dan cuenta que no tienen que delinquir para conseguir el sustento”, recalcó el director del proyecto.

Las carteras y demás artículos se comercializan bajo la marca Fénix.

Fénix también se está desarrollando en los barrios de Cristo Rey y la Agustina con aquellas personas que están interesadas en el diseño en cualquiera de sus vertientes y que no cuentan con los recursos suficientes para invertir en el oficio.

“Estamos cansados de ser observadores, ya es hora de pasar a la acción”, enfatizó, a manera de conclusión, Mariano Abreu.