viernes, septiembre 22, 2006

El Reyno de los Inseguros


Por Héctor Brea G.

Hablar de seguridad en este país está de moda y es por desesperación, no porque sea el último grito de los Fashions Show. Da verguenza ver como República Dominicana, uno de los destinos más seguros de América Latina y del mundo se ha convertido en una selva sin ley y da más verguenza ver como las autoridades invierten cuantiosos recursos económicos en Parques, Trenes, Internet Inhalambrico y cosas menos prioritarias que la tranquilidad de un pueblo que votó masivamente por ellos dos veces, mientras ya no hay hora segura para salir a la calle.

La corrupción policial tiene una explicación clara: El proceso de selección y depuración de los miembros de esa isntitución no es el mejor, como tampoco son las mejores las prestaciones laborales que reciben, ni sus armas, ni sus salarios. Tenemos un Jefe de la Policía muy bien intencionado, muy preparado pero no se ven resultados ni cambios en la realidad social dominicana, tal vez le falte más apoyo de parte del gobierno y de la Secretaría de Estado de Interior y Policía. En la policía hay muchos miembros muy serios y honestos cuya reputación está siendo manchada por dos o tres sinverguenzas.

Pero la seguridad pública también se extiende a la Seguridad Social. Hace años vi a un anciano vendiendo sombreros de paja en la calle. Apenas podía caminar el señor. Da pena ver como nuestros ancianos al igual que nuestros niños son descuidados por los gobiernos, tal parece que las autoridades no tienen ni padre ni madre, o fueron creados de la costilla de algún ser que vagaba por una llanura porque todo aquel que tiene afecto y amor por sus padres o sus abuelos debe sufrir al ver la calidad de vida de los ancianos pobres de este país. Por eso me esfuerzo trabajando para que a mis viejos no les falte nada y hasta el momento no les he fallado.

Hay que acabar con la violencia. Así como se esclareció el caso de Vanessa a velocidad relámpago y otros casos que afectan a familias poderosas, así quiero que se esclarezca la muerte de mi amigo Franklyn Mercedes Rodríguez, que era un hombre de escasos recursos económicos pero con una decencia y una seriedad que no se la he conocido a nadie y tal parece que los hombres serios en este país molestan. Nosotros decidimos o le dejamos este país a los delincuentes o nos ponemos fuertes y los mandamos a todos a la cárcel. Pero eso no se controla bajando los horarios para beber y gozar, eso lo que hace es a los delincuentes reorganizarse y adaptar sus horarios de trabajo.

Las autoridades saben en cada barrio quienes son los delincuentes, atraparlos y someterlos a la justicia es solamente fuerza de voluntad.