lunes, junio 19, 2006

Evo Morales: Ejemplo de superación o el producto de un sistema político desgastado.

Por: Federico Castillo
De cocalero a sindicalista. De sindicalista a la figura que reviste mayor importancia en su nación: Presidente de la República. Esa es parte de la historia de un indígena aymará llamado Evo Morales Ayma, quien se convirtió en el primer presidente de orígenes indígenas que lleva a la primera magistratura de la nación, consiguiendo un apoyo jamás visto en el proceso democrático que le ha tocado vivir a Bolivia, luego de pasar- como la mayoría de los países latinoamericanos-por etapas que han oscurecido la vida de un pueblo que se debate los primeros lugares de los países mas empobrecidos del globo terráqueo. El ascenso de Morales a la Presidencia de Bolivia constituye un espejo de dos caras: 1- un vivo reflejo de cómo anda la clase política latinoamericana, la cual no ha tenido la capacidad suficiente para dar respuesta concreta a los problemas que le afectan a una población que vive en carne viva los efectos de la desigualdad social, sobre todo aquella que ha tenido la oportunidad de ocupar cargos públicos durante los gobiernos que han transcurrido, 2-Y que el principal obstáculo que puede tener un ser humano para lograr las cosas, es no creerse capaz de hacerlo y para Morales no existió dicho obstáculo, pues se impuso a todos las barreras que les toco derribar. De padres analfabetos y agricultores, Evo comenzó a temprana edad a labrar la tierra, para ayudar a sus padres al sustento del hogar. El cultivo de la coca se convirtió en su principal fuente de trabajo e ingreso para Morales, quien viendo en las condiciones que vivían muchos pobladores que habitaban las zonas donde la mata de coca prolifera, inicio una lucha intensa para que los derechos civiles de dichos indígenas fuesen respetados. Evo en sus intentos por conseguir que se respetasen los derechos de aquellos indígenas, se convirtió en el principal vocero de esa clase marginada de la sociedad, hasta llegar al máximo peldaño de la nación. Pero para Evo esta lucha no termina, ya que se enfrenta al reto más grande de su vida y es el de poder realizar un gobierno que pueda cambiarle el rostro a un país que como señalé, se debate los cimeros lugares entre las naciones mas empobrecidas del mundo. Es Evo un espejo donde se debe mirar la clase política latinoamericana? La respuesta es sí, puesto que como hemos visto el sistema partidario de la mayoría de los países de la región esta en franca decadencia, por los constantes traspiés que cometen en su accionar. El tiempo será el testigo y a la vez el juez que dictara un veredicto para indicarnos si valió la pena entregarle las riendas de Bolivia a un hombre que se le sindica como otro actor más de la nueva izquierda en Latinoamérica. Esperemos pues.